viernes, 30 de julio de 2010

La reforma laboral en las familias

Ya tenemos el Proyecto de Ley de la Reforma laboral del Mercado de Trabajo, que tiene como objetivo paliar los efectos negativos de la crisis en el sistema financiero del país.
Como ya sabemos, algunas de las propuestas de esta reforma son:
  • Reducir la indemnización por despido improcedente de 45 a 33 días por año trabajado
  • Abaratar el despido,
  • Facilitar las causas del despido: que el motivo para despedir a alguien sea simplemente una situación negativa para la empresa.
  • Subvencionar el despido: El Fondo de Garantía Salarial asume una parte de las indemnizaciones por despido.
  • Reducir la jornada laboral. si a la empresa le va mal, puede reducirle la jornada a sus trabajadores durante un año.
  • Flexibilidad interna. las empresas se pueden Descolgar del Convenio Colectivo cuando quieran.
En fin, que todas estas medidas benefician al empresario y contribuyen a la precariedad laboral y al despido fácil. Así que con un pie dentro de la empresa y otro fuera, las consecuencias sociales de esta reforma pueden ser fatales. Para empezar, en la familia tienen que trabajar los dos a jornada completa, por si a uno lo despiden, que el otro pueda pagar la hipoteca. Esto, a su vez, perjudica sensiblemente a la educación que los hijos puedan recibir, al compartir la educación con otras personas. A nivel de pareja, aumentaría el grado de estrés ante la inestabilidad y la presión en el trabajo. También habría menos comunicación entre los miembros de la pareja, e incluso más rutina al tener menos tiempo y dinero para el ocio. Esto haría crecer el número de divorcios o de malestar en las familias.
Deberíamos caminar hacia una sociedad en la que las familias tuvieran calidad de vida. Que uno de sus miembros al menos tuviera un empleo estable, que los padres pudieran dedicar tiempo a sus hijos y que ese tiempo fuera de calidad, sin estrés, prestándoles atención.Si no es así , luego es hipócrita ponerse las manos en la cabeza cuando vemos adolescentes maltratando a padres, profesores, compañeros, etc.

Aunque estamos afrontando tiempos difíciles de crisis, por lo menos intentemos luchar por conseguir esa estabilidad laboral de los trabajadores, tan necesaria para tener una mínima calidad de vida.

jueves, 22 de julio de 2010

CINCO FORMAS DE AFRONTAR LA VIDA

Mirando a mi alrededor en los tiempos que corren veo que hay varios tipos de personas según su modo de afrontar la vida.
Están los que sólo piensan en pasárselo bien a corto plazo a costa de lo que sea. Otros, que viven con indiferencia todo lo que les rodea, cumplen sus obligaciones y no se implican en nada para no complicarse la vida. También están los que viven amargados que piensan que nada de lo que ocurre tiene solución; se limitan a quejarse por todo y a culpar a todos de lo que les pasa sin hacer nada por evitarlo.
Más positivos son los que tratan de cambiar lo que les rodea cada día conscientes de que pueden poner su granito de arena para contribuir a combatir las injusticias de este mundo. Y, por último, los que piensan que es más fácil cambiar su manera de afrontar la realidad que les rodea que cambiarla. Son personas que cultivan su lado espiritual y ante una misma realidad sufren menos y son más felices que el resto de personas.
¿Qué manera tienes tú de afrontar la realidad que te rodea? ¿Con qué grupo te identificas? ¿Qué te parecen los distintos enfoques de ver la vida de la gente?
Por cierto, si alguien se pregunta cuál es mi opinión, yo me identifico con los dos últimos.

sábado, 17 de julio de 2010

LA SOLEDAD ACOMPAÑADA

Últimamente veo a mi alrededor matrimonios de personas mayores que se llevan fatal y esto me ha hecho reflexionar sobre la soledad que pueden sentir en los últimos días de su vida.
Son personas cuyos matrimonios no funcionan porque en algún momento de su vida decidieron no luchar más por su relación o quizá no superaron una crisis de pareja.
No voy a entrar en si tendrían que haberse separado o no. El hecho es que, aunque conviven en el mismo hogar cada uno tiene su círculo de amigos y sus actividades, que por cierto, no suelen estar repartidas igualitariamente. A la mujer le suele tocar las tareas del hogar, porque el hombre suele ser bastante machista y la mujer, en el fondo, también. Pero ese es otro tema.
Cuando están juntos en casa, que suele ser sólo para comer o dormir, suelen pelearse por todo. Pero no importa porque cada uno se evade con alguna actividad o con sus amigos. Y así van pasando los años, soportándose.
El problema es cuando llega la enfermedad o los últimos momentos de su vida. Las mujeres, porque los hombres se suelen morir antes, están ahí cumpliendo su papel de esposas, renegando un poco del gran sacrificio que están haciendo. Y los hombres refunfuñando porque llevan peor la enfermedad y criticando la falta de atenciones de su mujer.
Lo triste de esto es que este hombre, que ha dedicado toda su vida o su vida de jubilación a sus amigos, está realmente sólo en los momentos que más lo necesita. Uno lo ve muy bien acompañado de sus hijos y su mujer, pero al mirarle a los ojos te das cuenta de su tristeza.
Por supuesto que hay otros muchos que son felices con sus mujeres y superan este trance con la compañía y el cariño de su familia. Pero en este artículo me quiero dirigir a los que somos jóvenes todavía y tenemos toda una vida por delante para que vayamos construyendo un matrimonio día tras día y no nos cansemos nunca de luchar por él. Tenemos que ser consecuentes con lo que queremos en la vida, y si hay algún problema en nuestro matrimonio que creemos que no tiene solución, no tiremos la toalla y tratemos de huir a refugiarnos en nuestros amigos o en otras actividades; intentemos sentarnos con nuestra pareja y dialogar con ella. Esto supone un esfuerzo pero yo creo que es rentable, porque a la hora de la verdad lo que te puede dar la felicidad es tener un compañero de viaje incondicional que esté contigo en los momentos que más lo necesites.

domingo, 11 de julio de 2010

SENTIMIENTOS DE UNA FUTURA MADRE ANTE LA ADOPCIÓN

En éste artículo voy a expresar mis sentimientos hacia el largo proceso de la adopción nacional en la que estamos inmersos.
La adopción es un proceso largo en el que hace falta estar cargados de ilusión cada día. Esa misma ilusión es la que te llena de esperanza hasta que llega el día en el que recibes la noticia de la llegada de tu hijo.
Se te pasan por la cabeza miles de preguntas ante la incertidumbre de ese esperado momento: ¿cómo será mi hijo?, ¿seré capaz de adaptarme a él, y el a mi?, ¿me verá como una madre?, ¿qué secuelas le puede haber quedado después de su experiencia con su familia biológica?, ¿qué enfermedades tendrá?, etc.
Aunque, por otra parte, tienes la convicción de que serás capaz de convertirte en su madre porque estás totalmente segura de que vas a darle todo tu amor, y ese amor te dará fuerza para afrontar todos tus miedos e incertidumbres.
A veces intentas ponerle cara a ese niño e incluso te preguntas si será niño o niña y es dificil querer a alguien a quien no conoces, pero la sola idea de pensar que viene a tí para convertirse en tu hijo te hace quererle antes siquiera de conocerlo.
No sé si esto le pasará a más personas que están en proceso de adopción. Sé que el miedo y la incertidumbre es algo muy frecuente en los padres adoptantes, pero lo importante es tener presente durante todo el proceso el feliz momento del encuentro con tu hijo con los sentimientos contradictorios que esto conlleva de ilusión e incertidumbre.
María Jesús Costa, una futura madre ilusionada.

sábado, 10 de julio de 2010

ESPERANZA EN TIEMPOS DE CRISIS

Últimamente vemos casi a diario en los medios de comunicación noticias relacionadas con casos de pederastia en la Iglesia. Ciertamente estos casos son espeluznantes, y lo que es peor, son terribles las secuelas que provocan en los niños, que quedan traumatizados para toda su vida. Estoy de acuerdo en que esto provoca sólo un sentimiento de rabia e impotencia hacia estas personas que los cometen, sobre todo porque ellos se han postulado como modelos de conducta. Así que me parece bien la denuncia y condena que está llevando a cabo la Iglesia.

Sin embargo, también me parece injusta la excesiva reacción anticlerical que esto está provocando en nuestra sociedad. Generalizar nunca es justo para un grupo. No me parece bien que cada vez que acusan a un cura de pederastia los titulares de los medios suelen hacer referencia a la Iglesia.

Soy una persona joven y de ideas abiertas y no estoy de acuerdo con todas las directrices marcadas por el Papa, aunque sí lo estoy con otras muchas. Lo que sí tengo claro es la experiencia real que vivimos gracias a muchos sacerdotes que nos acercan a Cristo en cada Eucaristía. A mí me parece que nos transmiten justo lo que necesitamos en estos tiempos de crisis, pesimismo y apatía. Así que animo a los que sientan un vacío en sus vidas que no sepan cómo llenar, que prueben a ilusionarse y contagiarse del optimismo que le pueda hacer sentir que no estamos solos y Cristo nos da fuerza y confianza cada día si tenemos fe en Él.