lunes, 27 de septiembre de 2010

Come, reza, ama

Como en la película que da título a este artículo, todos tenemos mil problemas en la cabeza que nos hacen sentir que vivimos una situación caótica y muchas veces nos pasamos la vida huyendo de situaciones que nos desbordan y metiéndonos de nuevo en situaciones que nos vuelven a desbordar.

En vez de repetir errores o vivir lamentándonos de nuestra mediocre vida tenemos que conseguir un equilibrio interior. Para eso tenemos que pararnos en seco en la vida y analizar qué no nos gusta, que queremos cambiar y qué queremos conseguir. Muchas veces es difícil saber qué queremos, pero podemos hacer algo más fácil, decidir qué no queremos seguir haciendo, qué es lo que no nos gusta de nuestra vida o de nosotros mismos. Una vez tengamos esto claro, tenemos que olvidar todo lo que nos atormenta y hacer un silencio interior para no bloquear a nuestra mente con tantos problemas que quizá no podemos solucionar. Luego tenemos que estar abiertos a todo lo que nos rodea, porque muchas veces los problemas no nos dejan percibir todas las cosas y las personas buenas que pueden aportarnos lo que necesitamos.

Conseguir esto no es fácil. Lo primero es asumir que tenemos las riendas de nuestra vida en las manos y aunque los problemas o las personas que nos rodean no puedan cambiar, nosotros sí podemos hacerlo. Luego tenemos que buscar un equilibrio interior para que los problemas no nos sobrepasen y podamos así verlos a distancia y analizarlos mejor. Esta quizá es la parte más difícil. Para esto es muy útil la Oración. Simplemente poner nuestros problemas en manos de Dios nos alivia y nos ayuda a sentirnos liberados si realmente tenemos fe en que Él nos va a dar la fuerza que necesitamos para afrontarlos. Después de la Oración los problemas no desaparecen, pero hemos conseguido tres cosas: estamos más relajados porque no nos sentimos solos, lo vemos todo con más claridad porque hemos analizado bien la situación y nos sentimos abiertos para percibir la influencia de las cosas buenas que nos rodean. Así que os animo a que lo probéis. Vale la pena intentarlo. No se pierde nada.

sábado, 25 de septiembre de 2010

La motivación en el colegio

Empieza un nuevo curso y con él la vuelta a las actividades cotidianas: las clases, las actividades lúdicas.
Los niños pequeños están deseando volver al colegio para ver a sus amigos y porque se lo pasan bien aprendiendo cosas nuevas. Los más mayores ya no tanto. En realidad lo hacen por obligación, ellos preferirían seguir la vida que han llevado en verano sin responsabilidades pensando sólo en divertirse. Pero se adaptan como pueden. Algunos intentan llevar el mismo ritmo del verano hasta que llegan los exámenes, y entonces vienen los primeros suspensos. Las madres se enfadan con ellos y empiezan a presionarlos y ellos necesitan evadirse más todavía para escapar de las presiones de su madre. Es un círculo vicioso difícil de romper.

En esta situación se encuentran muchos padres preocupados porque saben lo importante que es para sus hijos una buena preparación para el futuro y ven como están tirando su vida por la borda. También están preocupados sus profesores, que ya no saben qué hacer para que el aprendizaje resulte atractivo y motivador para sus alumnos. Se han producido muchas innovaciones en el campo de las nuevas tecnologías en el aula, pero el resultado no ha mejorado demasiado.
Lo que falla es la motivación. Ellos estudian primero porque sus padres les obligan, y los más responsables, porque necesitan un título para poder trabajar en un futuro. Por eso intentan hacer el mínimo esfuerzo para conseguir ese título. La verdad es que muchas veces se preguntan y con razón qué relación pueden tener las materias que les están impartiendo para el futuro desarrollo de su profesión. Y es que es incomprensible, por ejemplo, que un alumno tenga que saber la localización exacta de Kazajstán pero no conozca los municipios de su localidad o comunidad, ni siquiera las comarcas de su provincia. O que vaya al médico y no tenga ni idea de dónde está la glándula tiroidea pero se le exija que describa perfectamente el organismo de un caracol.
En realidad ni en el colegio ni en casa nadie les hace ver la importancia de aprender. Sólo quienes se han visto privados de este privilegio saben valorar el gusto de aprender por aprender, como es el caso de muchas mujeres mayores que siempre han querido aprender a leer y escribir y no han tenido esa oportunidad, y lo hacen de mayores por voluntad propia y con mucha dedicación y entusiasmo. Resulta curioso que los mismos chavales que fracasan en el colegio son muy disciplinados en otras actividades de ocio que realizan por propia iniciativa. Y es que uno sólo hace algo cuando realmente es él quien está convencido de que quiere hacerlo. Si no, lo que haga no tendrá ningún sentido. A esas mujeres mayores a las que sus padres sacaron del colegio para que fueran a trabajar, la sociedad les ha demostrado que aprender es importante para desenvolverse en la vida. En nuestras manos está que esos chavales comprendan el valor del conocimiento y deseen aprender por sí mismos.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Historia de mis inquietudes

Cuando tenía 15 años estuve integrada en una parroquia unos 3 años, pero al final tuve que irme de porque el grupo en el que estábamos no era bien aceptado allí por tener iniciativas propias.
Desde entonces intentamos integrarnos en varios grupos y seguir yendo a misa pero la cosa se fue enfriando y las situaciones personales se fueron complicando. Así llevo unos 15 años sin ir habitualmente a misa. El único contacto con la Iglesia que he tenido ha sido a través de una Cofradía de la que soy hermana y a la que sólo iba a los cultos.
Precisamente en los últimos cultos antes de la salida procesional de Semana Santa asistí a una misa predicada por el Director espiritual recién nombrado, ante la jubilación del anterior. En la homilía me sorprendió que no tratara de imponernos normas de comportamiento que como católicos debíamos acatar, como estábamos acostumbrados con el antiguo Director espiritual. Yo, personalmente, sentí que hablaba de la experiencia íntima de la verdadera amistad con Jesús, que yo siempre he tenido aunque no haya ido a misa. Y me pareció genial que hubiera alguien más que pudiera sentir lo que yo ya había vivido tantos años en soledad. También sentí que era Jesús mismo quien hablaba a través de este sacerdote. Recuerdo que dijo que quien ha experimentado esta unión íntima con Jesús en la oración no puede alejarse de Él porque entonces es que nunca lo había sentido. Esto me molestó un poco y me hizo reaccionar removiendo un poco mis inquietudes dormidas.
Después de la salida procesional de la Cofradía hubo una misa de acción de gracias. En ella el sacerdote nos contagiaba del optimismo que nos produce el encuentro con Jesús en la Eucaristía. Aquí realmente se despertaron mis inquietudes, hasta tal punto que escribí una Carta al Director del Diario de Cádiz, en la que sentía la necesidad de transmitir a los demás esta experiencia tan positiva que yo veía como salida al pesimismo que nos rodea en estos tiempos de crisis.
Aunque no suelo ir a los cultos mensuales de la Cofradía me apetecía ir para volver a repetir esta sensación tan positiva y diferente a la monotonía y el pesimismo del día a día. Esta vez también me sorprendió gratamente la experiencia en esta misa. En el banco de delante había un grupo de hombres parados que estaban haciendo un encierro en la parroquia y que acudían allí con auténtica fe como última esperanza a su sufrimiento. Aparte del buen ambiente que se respiraba me quedo con la bendición del sacerdote en la que nos decía que la bendición no la daba él; él era un pobre hombre, era Dios mismo quien nos bendecía con un beso en la frente. A partir de ese momento cada vez que me sentía mal visualizaba esa imagen de Dios besando mi frente con la ternura de un padre bueno y me sentía mejor.
Después de esta misa empecé a sentir una fuerte inquietud que iba aumentando cada vez más. Entonces fue cuando mi marido me propuso crear un Blog. La verdad es que ya llevaba un año diciéndome que lo creara pero no tenía ninguna motivación que me llevara a escribir. No sabía de qué podría hablar en un blog. Empecé publicando la carta que escribí en el Diario y me di cuenta de que sería una buena forma de sacar de dentro esas emociones nuevas que estaba sintiendo. Este artículo me hizo pensar en la contradicción que sentía después de estar tantos años criticando la forma de pensar y actuar de los curas y verme ahora escribiendo a favor de ellos. Estaba un poco confusa porque tal vez la gente podría pensar quién se cree esta para dar lecciones. Pero entonces fui a otra misa y me sorprendió que en la homilía el cura habló de la humildad. Lo curioso es que dijo que debemos ser humildes, pero también no pecar de ser demasiado humildes porque si uno no hace algo para buscar protagonismo no es que sea orgulloso sino que cree en lo que hace y hace lo que Dios quiere que haga. Así que sentí que tenía sentido lo que estaba haciendo con mi blog. Ya no me importaba que algunas personas no lo entendieran.
Sin embargo, me llamó la atención que algunos me daban las gracias por el blog así que empecé a escribir artículos pensando en poder ayudar a los demás con esta fuerza e ilusión que me daba sentir a Dios cuando iba a misa.
Me ha costado trabajo escribir este artículo porque soy bastante tímida, pero creo que merece la pena superar esta timidez si sirve para que alguien pueda tener un poco más de luz en su vida.

sábado, 11 de septiembre de 2010

EL SUFRIMIENTO Y SUS POSIBLES SOLUCIONES

Vivimos en una sociedad en la que vamos muy deprisa. No dedicamos apenas tiempo a educar a nuestros hijos. Cuando llegamos a casa estamos tan cansados que les damos todo lo que nos pidan por no discutir con ellos. Y esto hará que los niños del mañana tengan cada vez menos tolerancia a la frustración y no estén preparados para los problemas a los que quizá se van a tener que enfrentar en el futuro.
En la vida no todo es color de rosa. Damos por hecho que nuestros padres nos van a querer, que vamos a tener una buena salud, que vamos a encontrar un buen trabajo y una pareja que nos quiera siempre. Pero,¿qué pasa cuando esto no ocurre así?
Nos encontramos con una sociedad que sufre mucho aunque tiene muchas cosas materiales.
No estamos preparados para soportar que nuestra pareja nos abandone. Todos los días oímos casos de mujeres asesinadas por sus parejas, que no soportan que éstas les abandonen. Hay muchas mujeres que, aunque no llegan a morir, viven muchos años muertas en vida porque dependen emocionalmente de ellos y piensan que no tienen otra salida que aguantarlos. Y también hay muchos hombres que no saben reaccionar cuando ella los abandona y que también sufren mucho. Y reaccionan de la peor manera, asesinándolas.
También hay adolescentes que viven en un hogar desestructurado, donde sus padres se han separado y su madre no da abasto con la casa y el trabajo o, viven juntos y se pasan todo el día discutiendo y creando un ambiente de tensión. Es difícil formar una personalidad viviendo este tipo de situaciones. Muchos de ellos reaccionan mal, sacando toda la rabia y tensión que llevan dentro con los demás y teniendo un comportamiento violento.
Otro problema que nos podemos encontrar, y para el que tampoco estamos preparados es para quedarnos sin trabajo o no tener dinero para sobrevivir. Es angustioso ver que tu casa o tu negocio tiene muchas deudas que pagar y tú no puedes hacer frente a lo que se te viene encima. Esto crea ansiedad y desesperación, sobre todo si además tienes hijos a los que mantener.
Otro palo fuerte que nos puede dar la vida es la enfermedad y la muerte. Y para esto sí que no estamos preparados, no sólo para la nuestra, sino para la de quienes nos rodean.
Aquí podemos sentir preocupación y ansiedad, cuando vemos que no nos curamos. Incluso miedo de no saber cómo vamos a evolucionar nosotros o la persona que está enferma. Y si ocurre lo peor y fallece, nos negamos a aceptarlo. No estamos preparados, sobre todo, si es alguien joven.
Hablar de estos problemas no es algo negativo. Es simplemente abrir los ojos, ver la realidad y, sobre todo, buscar herramientas que nos ayuden a enfrentarnos a ellas.
Muchas veces recurrimos a quienes nos rodean para que nos ayuden. Pero, si son cercanos a nosotros, quizá tampoco están preparados para afrontar esto que nos pasa, y si son de nuestro entorno más lejano, puede nos encontremos con algunos que sientan sólo curiosidad o peor, lástima, que es lo que más daño nos puede hacer en estos momentos.
Sin embargo, nos queda otra salida, que es la que utilizamos en situaciones desesperadas: rezar; pedirle a Dios que nos quite este sufrimiento, que ya no podemos más. Y en realidad es muy positivo que hagamos esto, porque además teniendo esperanza es más fácil sobrellevar los problemas. Muchas veces Dios nos ayuda y estamos muy agradecidos por esto. Pero otras veces no sucede así y dejamos de creer en Él porque creemos que nos ha abandonado.
Sería bueno que pensáramos en algunos momentos de la Pasión de Cristo que recordamos cada año en Semana Santa, cuando Jesucristo crucificado, le dice a Dios: "¿Por qué me has abandonado?" porque no entiende que Dios pueda permitir eso. Sin embargo, Dios lo tenía todo pensado, como pasa en nuestras vidas, que aunque no entendamos nada, Él lo tiene todo planeado aunque no lo entendamos.
Así que si alguna vez nos encontramos con alguna situación insoportable en nuestra vida, o mejor, desde ya, en los pequeños problemas de cada día, podemos hablar con Dios, y, acordándonos de otro momento de la Pasión de Cristo, decirle: "Padre, aparta de mí este cáliz, pero que sea tu voluntad, y no la mía".

lunes, 6 de septiembre de 2010

Noticias anticlericales

Cuando empecé a escribir artículos que criticaban la postura de algunos sectores de la Jerarquía eclesial, me encontré con algunos comentarios que me han hecho reflexionar sobre la opinión que la gente tiene de la Iglesia.
En general coinciden conmigo en que la Iglesia debería respetar y dialogar más. Pero a través de estas personas me he encontrado con páginas anticlericales que tienen como objetivo buscar noticias relacionadas con la Iglesia para poder sacar a la luz todos los aspectos negativos relacionados con ésta. Algunas incluso la atacan con una falta de respeto increíble a las que no se les puede ni responder.
Por otro lado, también he visto la actitud contraria: gente que está a la defensiva frente a cualquier postura que provenga del Gobierno Socialista y que pueda enfrentarse a las ideas que defiende la Jerarquía. Creo que no es bueno mezclar la política con la religión, porque los valores los deben inculcar los padres a los hijos en las casas. La política sólo debe regular lo que ya está haciendo esta sociedad. Si los católicos reaccionamos ante cualquier iniciativa propia de un estado laico, la Iglesia da una imagen retrógrada y poco respetuosa con los que no van en nuestra línea de pensamiento.
Yo creo que sería más positivo para hacer frente a tanto anticlericalismo en nuestra sociedad, en vez de atacar al contrario, como hacen los políticos, sacar a la luz todos los aspectos positivos de la Iglesia, que no salen en la prensa porque no venden.
Y voy a aprovechar para empezar ahora. Un amigo me comentó el otro día que se sentía dolido porque un cura no quiso darle la extremaunción a su hermana (no sé los motivos) enferma de cáncer terminal y esto hizo que dejara de creer en la Jerarquía. Sin embargo, la semana pasada mi vecina, enferma de cáncer, poco antes de morir, quiso casarse con su pareja. Y, aunque el cura al que acudieron se negó, llamaron a otro que acudió enseguida y los casó en una ceremonia muy emotiva, según los que estuvieron allí, quienes comentaron que actitudes como ésta de servicio a los demás deberían de salir a la luz.
Con esto quiero decir que, como éste hay muchos gestos positivos que hacen a diario muchos sacerdotes cada día en silencio y no se publican en los medios de comunicación ni en internet.
De todas formas, creo que hay que denunciar las actitudes negativas que alejan a la gente de la Iglesia, para que no tengan que vivir una religión paralela. Pero ya hay mucha gente que cuenta sus experiencias negativas con la Iglesia, así que espero enterarme de acciones como ésta para así poder contribuir desde este blog a mostrar la realidad de la Iglesia, no la que nos hacen creer los medios.