En un interesante debate que emitieron ayer en CNN+ hablaban de la entrevista que le han hecho hace poco al Papa acerca del libro que ha publicado recientemente. En la mesa había dos personas: una, subdirectora de "la Razón", defendía que la Iglesia estaba intentando acercarse a la realidad de la sociedad actual, y la otra sostenía que se había quedado anclada en la Edad Media y esa era la razón por la que cada año había menos cristianos practicantes y menos curas.
La que defendía a la Jerarquía, decía que el Papa no se dirige a todo el mundo, sino a los católicos y que pertenecer a la Iglesia es como ser del Real Madrid, que si no te gusta pues te haces aficionado a otro equipo. La otra le dijo que eso es lo que están haciendo los católicos, apartarse de la Iglesia. Pero siguiendo con la comparación futbolística, que a ella le gusta más el Madrid de Mourinho que el que había antes, por lo que llegaba a la conclusión de que la Iglesia tenía que cambiar de dirigente.
Centradas más en las polémicas declaraciones sobre el uso del preservativo, la más conservadora decía que la Iglesia sólo concibe la sexualidad para procrear y con una pareja estable, por lo que no tiene sentido el uso del preservativo en otros casos. Ante esta afirmación yo me pregunto qué pasa con el componente afectivo que tiene la sexualidad. Es cierto que hoy en día, sobre todo los jóvenes sólo ven el sexo como fuente de placer y olvidan la función afectiva que tiene la sexualidad y que necesitan que alguien les ponga unos límites morales, que esta sociedad por desgracia va perdiendo cada vez más. Está claro que ni los políticos, ni los profesores ni sus propios padres a veces (porque a ellos nadie les ha enseñado normas morales tampoco o porque no dan más de sí por la incorporación de la mujer al mercado laboral) están haciendo nada por educar en valores a la sociedad. Yo creo que quién mejor que la Iglesia para dictar estos valores morales que tanta falta le hacen a este mundo. No dudo de que el Papa quiera acercarse a la realidad de la sociedad actual y me parece bien las declaraciones acerca del preservativo para evitar enfermedades, pero a veces la mentalidad de los miembros de la Jerarquía en vez de la unos padres parecen propias de unos abuelos, por eso la sociedad no les hace mucho caso. Menos mal que en la Iglesia, además de la Jerarquía hay otros miembros que tienen más contacto con la realidad, como sucede en las comunidades parroquiales, Cáritas, catequistas, matrimonios cristianos, sacerdotes, etc., que analizan cada caso concreto y tratan de educar moralmente a la sociedad desde un punto de vista más acorde con estos tiempos.
La que defendía a la Jerarquía, decía que el Papa no se dirige a todo el mundo, sino a los católicos y que pertenecer a la Iglesia es como ser del Real Madrid, que si no te gusta pues te haces aficionado a otro equipo. La otra le dijo que eso es lo que están haciendo los católicos, apartarse de la Iglesia. Pero siguiendo con la comparación futbolística, que a ella le gusta más el Madrid de Mourinho que el que había antes, por lo que llegaba a la conclusión de que la Iglesia tenía que cambiar de dirigente.
Centradas más en las polémicas declaraciones sobre el uso del preservativo, la más conservadora decía que la Iglesia sólo concibe la sexualidad para procrear y con una pareja estable, por lo que no tiene sentido el uso del preservativo en otros casos. Ante esta afirmación yo me pregunto qué pasa con el componente afectivo que tiene la sexualidad. Es cierto que hoy en día, sobre todo los jóvenes sólo ven el sexo como fuente de placer y olvidan la función afectiva que tiene la sexualidad y que necesitan que alguien les ponga unos límites morales, que esta sociedad por desgracia va perdiendo cada vez más. Está claro que ni los políticos, ni los profesores ni sus propios padres a veces (porque a ellos nadie les ha enseñado normas morales tampoco o porque no dan más de sí por la incorporación de la mujer al mercado laboral) están haciendo nada por educar en valores a la sociedad. Yo creo que quién mejor que la Iglesia para dictar estos valores morales que tanta falta le hacen a este mundo. No dudo de que el Papa quiera acercarse a la realidad de la sociedad actual y me parece bien las declaraciones acerca del preservativo para evitar enfermedades, pero a veces la mentalidad de los miembros de la Jerarquía en vez de la unos padres parecen propias de unos abuelos, por eso la sociedad no les hace mucho caso. Menos mal que en la Iglesia, además de la Jerarquía hay otros miembros que tienen más contacto con la realidad, como sucede en las comunidades parroquiales, Cáritas, catequistas, matrimonios cristianos, sacerdotes, etc., que analizan cada caso concreto y tratan de educar moralmente a la sociedad desde un punto de vista más acorde con estos tiempos.