martes, 2 de noviembre de 2010

¿Un blog para bichos raros?

En un artículo que escribí hace poco titulado "Historia de mis inquietudes" hablaba de mi experiencia personal con respecto a la Iglesia y explicaba cómo ha cambiado mi fe en Dios a partir de una vez que fui a una misa de la cofradía a la que pertenezco. Desde entonces estoy llendo a misa con más frecuencia y la verdad es que me alegro de hacerlo porque me sirve para cargar pilas para la semana.

El Evangelio de la misa del domingo pasado contaba una historia con la que me sentí bastante identificada. Hablaba de Zaqueo, un hombre que quería ver pasar a Jesús. Pero no se acercó como el resto de la gente por simple curiosidad, sino por un fuerte deseo de encontrarse con Él, quizá porque estaba convencido de que esto podría aportarle algo bueno a su vida. Pero cuando se acercó no podía verlo porque era bajito, así que se subió a un árbol. Tenía fe en que si lograba verlo sería feliz, así que superó el obstáculo de su estatura y lo consiguió. Jesús le dijo que bajara del árbol y que iría a su casa a comer. Zaqueo no estaba equivocado; sentir a alguien tan importante como Jesús en su humilde casa de pecador le hizo sentirse tan feliz que le prometió cambiar de vida.

Esta experiencia de felicidad es algo que todo el mundo puede sentir si se acerca con fe a Dios. En este blog me gustaría compartir esta felicidad que hace que mi vida sea más plena. Quien no ha vivido esta experiencia (yo misma hace unos meses) puede pensar que quien piensa así es un bicho raro. Pero, como dijo Jesús, el párroco de la parroquia de San Lorenzo de Cádiz, el domingo pasado: a los cristianos nos consideran bichos raros, pero en realidad todo el mundo de una u otra forma buscamos a Dios, como hizo Zaqueo.

2 comentarios:

  1. De bichos raros nada.....

    Yo quisiera que hubiera muchos como tú y tu marido por el mundo.....

    Un saludo a ambos

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  2. Gracias, Jesús. Me alegro de que me escribas este comentario en mi blog, para que los que lo lean vean que somos muchos los que buscamos a Cristo en la Eucaristía. Un saludo para ti también.

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