En esta época de Semana Santa recordamos la Pasión, muerte y Resurrección de Cristo, y a través de las procesiones que recorren nuestras calles, las distintas Cofradías realizan una catequesis plástica sacando las imágenes de sus titulares a la calle para que todos recordemos lo que Jesús hizo por nosotros al morir en la cruz.
Cristo aceptó los planes de Dios de sufrir hasta el extremo porque sabía que era la única forma de que todos creyéramos en Él y podiéramos salvarnos. En los distintos pasos que procesionan vemos las imágenes de Cristo y María sufriendo y en sus rostros se refleja el dolor, la preocupación, la amargura, la desesperación, el abatimiento, la impotencia, el miedo, etc. y en ellos vemos muchas de nuestras experiencias en la vida. Por medio del sufrimiento de Jesús, Dios ha querido acercarse a nuestro sufrimiento. Ya Dios no es un Dios lejano; a través de su Hijo ha experimentado nuestro dolor y nos muestra el camino que tenemos que seguir cuando experimentemos estas sensaciones de dolor que vivimos con la cruz que tenemos cada día.
Jesús es el camino. Por eso cada vez que nos sintamos mal sólo tenemos que pensar en el testimonio que nos dejó: Él sufrió la muerte más dura y su madre el dolor más grande para una mujer: perder a su hijo. Los apóstoles, como nosotros muchas veces, pensaron que había fracasado y no comprendían la razón de tanto sufrimiento injusto. Sin embargo, con su Resurrección nos demostró que el sufrimiento nunca es en vano. Somos hijos de Dios y Él tiene un plan para cada uno de nosotros y al igual que pasó con la Resurrección de Cristo todo lo que nos pase es para nuestro bien aunque no lo entendamos, por eso tenemos que confiar en Dios.
Cristo antes de morir le dijo a Juan: "Ahí tienes a tu madre" y con él nos la dejó a todos nosotros. Por eso cuando vemos a la Virgen llorando y sufriendo en sus distintas advocaciones no sólo recordamos que llora por la muerte de su hijo sino por cada uno de nosotros y, como madre nuestra, está preocupada por nuestros problemas y porque seamos capaces de seguir el camino que Cristo nos marcó a través de su pasión, muerte y resurrección.
Si todos vieramos la Semana Santa como la ves tú, seguro que las Cofradías tendrían más sentido y los cofrades serían mejor mirados.
ResponderEliminarInvito a todos los cofrades a leer este artículo y que así hagamos una Semana Santa con verdadero sentido cristiano.
Enhorabuena por el artículo.