La Iglesia no acepta el matrimonio entre homosexuales porque el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer.
Si una pareja de homosexuales me preguntara por qué no se pueden casar por la Iglesia, yo me planteo las siguientes cuestiones:
Si es una cuestión de sexualidad, ¿quién puede cuestionar la feminidad o masculinidad de una persona? Porque esta persona se puede sentir tan mujer como yo.
Desde el punto de moral, hay parejas de homosexuales que comparten sus vidas, se sacrifican el uno por el otro y se entregan en cuerpo y alma, quizá con más intensidad que los heterosexuales, por las dificultades a las que han tenido que hacer frente para estar juntos. Sin embargo, hay parejas que se casan por la Iglesia que realmente no asumen el compromiso que supone cuidar cada día su matrimonio. A lo mejor se casan simplemente por el impacto social que puede tener la celebración de su boda en su círculo social.
Desgraciadamente no tenemos referencias en la Biblia (o al menos yo no las conozco) que nos ayuden a comprender si cuando se instauró el matrimonio se estaba excluyendo a este colectivo de realizar este compromiso ante Dios.
Si una pareja de homosexuales me preguntara por qué no se pueden casar por la Iglesia, yo me planteo las siguientes cuestiones:
Si es una cuestión de sexualidad, ¿quién puede cuestionar la feminidad o masculinidad de una persona? Porque esta persona se puede sentir tan mujer como yo.
Desde el punto de moral, hay parejas de homosexuales que comparten sus vidas, se sacrifican el uno por el otro y se entregan en cuerpo y alma, quizá con más intensidad que los heterosexuales, por las dificultades a las que han tenido que hacer frente para estar juntos. Sin embargo, hay parejas que se casan por la Iglesia que realmente no asumen el compromiso que supone cuidar cada día su matrimonio. A lo mejor se casan simplemente por el impacto social que puede tener la celebración de su boda en su círculo social.
Desgraciadamente no tenemos referencias en la Biblia (o al menos yo no las conozco) que nos ayuden a comprender si cuando se instauró el matrimonio se estaba excluyendo a este colectivo de realizar este compromiso ante Dios.
Cuando dos personas se enamoran, sean del sexo que sean, existe el Amor, y donde existe el Amor, ahí está Dios.
ResponderEliminarOtra cosa es que nos quieran confundir con las cartas de San Pablo que hay que entender en el contexto cronológio en que vivían, pero Jesús no dijo nada. En el evangelio no dijo nada. Es más, estaba con quien amaba y quien sufría.
De todas formas, la postura de la jerarquía es muy hipócrita. No entiendo esa homofobia por qué. Aún más, cuando yo tengo amigos curas homosexuales. Unos con el voto de castidad (aunque los curas no lo tienen, sólo el de celibato, castidad para los pobres) y otros ejerciendo de gays sin tapujos (dentro de estar en el armario, claro está)
Mmmmm... respeta y serás respetado... no es la Iglesia la CASA DE TODOS? poco se nota en algunos aspectos... en fin, así no avanzamos.. y los q somos creyentes, cada vez tenemos más dudas...
ResponderEliminarBuen blog eh, un saludito.
Lamentablemente la iglesia no ha representado el pensar y el sentir del Soberano Universal, por el contrario han mansillado su reputación y muchos, no todos, pero muchos de los líderes eclesiásticos tienen responsabilidad por haber alejado a la gente de Dios.
ResponderEliminarEste tema de la homosexualidad es difícil de tratar, pero lo que yo sí recuerdo es que el mandato de Dios consistía en dejar a padre y madre y adherirse al cónjuge y llegar a ser una sola carne.
Si hay otras variantes aceptables a los ojos de Dios, no las recuerdo...
saludos